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¡Hola! ¿Alguna vez has jugado con imanes? Son realmente geniales, ¿verdad? Puedes ponerlos en tu refrigerador o usarlos para sujetar papeles juntos. Pero, ¿sabes qué los hace funcionar? Así que ahora, ¡entremos en la diversión de los imanes!
La fuerza magnética es el poder especial de los imanes. Explica por qué los imanes pueden pegarse entre sí o repelerse. Esta fuerza es producida por partículas diminutas conocidas como electrones que se pueden encontrar en ciertos materiales. Estos incluyen materiales ferromagnéticos como el hierro, el cobalto y el níquel. Estos tipos de materiales se llaman ferromagnéticos porque tienen la capacidad de volverse imanes. Este arreglo de electrones crea lo que se conoce como un campo magnético alrededor del material cuando se coloca de una manera específica. Este campo magnético es lo que hace que los imanes sean tan poderosos y divertidos para jugar.
Un imán tiene dos lados conocidos como polos. Un extremo es el polo norte, el otro extremo el polo sur. Cuando acercamos dos imanes-(ambos teniendo un polo N y un polo S) ocurre algo interesante con la polaridad. Dispositivos con polos opuestos, como un polo norte y un polo sur, se atraen entre sí. Eso se llama atracción, y hace que los imanes se peguen uno al otro. Pero si intentas juntar dos polos iguales, como dos polos norte, se repelen entre sí. Esto se llama repulsión. Por eso los imanes pueden adherirse a cosas metálicas como tu refrigerador o una pinza de papel. ¡Lo que significa que los imanes están por todas partes en nuestra vida cotidiana! Imagina, por ejemplo, que te has encontrado con una brújula. Una brújula es una pequeña herramienta que usa un imán para descubrir hacia qué dirección está el este. Bueno, es muy útil para las personas que están explorando o incluso haciendo senderismo. Los imanes también se utilizan en motores y generadores, que generan electricidad que alimenta nuestras casas y muchos de nuestros dispositivos.
Tiempo de lectura: 4 minutos. ¿Sabías que las personas han utilizado imanes para curar enfermedades desde los antiguos griegos? Los antiguos griegos descubrieron los imanes hace miles de años y usaban una piedra naturalmente magnética llamada magnetita. ¡Ellos creían que era una piedra mágica! Pero las personas no comenzaron a entender realmente cómo funcionan los imanes hasta el siglo XIX. En el siglo XIX, los imanes fueron estudiados de manera más rigurosa y los científicos empezaron a aprender sobre ellos y sus propiedades. Luego, en el siglo XX, los científicos desarrollaron imanes más fuertes. Hoy en día, estos potentes imanes se utilizan en muchas máquinas importantes, por ejemplo, en las máquinas de resonancia magnética (MRI). Las máquinas de MRI permiten a los doctores ver dentro de tu cuerpo sin realizar ningún corte. Usan imanes para crear imágenes detalladas de lo que sucede dentro de ti, y eso puede ser muy útil para que los doctores sepan cómo tratar a los pacientes.
Cobalto: Este es un material realmente fuerte que puede retener mucho magnetismo, pero es un poco caro, lo que es una de las razones por las que se usa menos a menudo en imanes cotidianos.
Neodimio: Estos son una nueva generación de imanes y son extremadamente poderosos, más que el hierro y el cobalto. Los imanes de neodimio se pueden encontrar en muchos dispositivos modernos, incluidos (pero no limitados a) auriculares y turbinas eólicas, que contribuyen a la generación de energía limpia.
Los científicos están constantemente buscando formas de ingenierizar nueva tecnología, y los imanes son una gran parte de ello. Una vía emocionante de investigación es la superconductividad a alta temperatura. Esto indica que un material puede permitir que la electricidad fluya sin ser consumida a alta temperatura. Si los científicos pueden aprender a hacer esto, con imanes, ¡podría ser increíble! Imagina trenes realmente rápidos que flotan sobre una vía usando imanes para llegar a su destino sin tocar el suelo a altas velocidades. O considera escudos magnéticos que podrían proteger naves espaciales de la radiación ionizante en el espacio exterior. Y pronto, incluso los viajes espaciales cambiarán con estos avances.
El taller del sistema de imanes Magland abarca 40,000 metros cuadrados equipados con más de 300 piezas de equipo de fabricación de alta gama, incluidos robots y maquinaria automatizada. La instalación permite procesos de fabricación precisos y efectivos que garantizan una calidad superior del producto.
El sistema Magland Magnet aplica un estricto control de calidad en todo el proceso de producción. Seleccionando materiales primarios hasta la inspección final del producto. El producto está sometido a pruebas rigurosas, asegurándose de que cumplan con los requisitos técnicos y ambientales de los clientes.
Magland valora mucho la innovación del sistema Magnet y colabora con instituciones de investigación académica para mantenerse a la vanguardia de los avances tecnológicos en el campo del magnetismo. Esto asegura que las ensamblajes magnéticos de última generación estén diseñados para satisfacer las necesidades de los clientes.
Magland ofrece servicios del sistema Magnet basados en software de simulación de circuitos magnéticos. La especialización de Magland son soluciones magnéticas personalizadas. Los productos se desarrollan y optimizan para cumplir con los requisitos particulares de nuestros clientes. La empresa es flexible para acomodar solicitudes personalizadas y se esfuerza por proporcionar ensamblajes magnéticos precisamente alineados con las especificaciones del cliente.
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